Parque Nacional del Teide
En el centro de Tenerife se alza el gigantesco Pico del Teide que, con sus 3.718 metros de altura, es el punto más elevado de España.
La abrupta orografía isleña y sus variados microclimas se encuentran en el origen de la diversidad de paisajes, que la han hecho merecedora del sobrenombre de “continente en miniatura”. El mas impresionantes de ellos es Las Cañadas del Teide, formado por el volcán y su entorno, dominado por una rica variedad de formaciones geológicas de origen volcánico.
El Teide, abrió la boca por última vez en 1798. Durante tres meses el volcán expulsó 12 millones de metros cúbicos de lava, formando lo que se conoce como las Narices del Teide. Desde entonces está dormido y, aunque los geólogos consideran improbable que vuelva a despertar, no podemos considerarlo extinguido.Estas y otras coladas de lava no sólo colorean el parque, sino que también lo dotan de una gran variedad de formas.
El Parque Nacional del Teide nos ofrece formas tan caprichosas, ocasionada por la erosión.
El Parque Nacional del Teide tiene la virtud de ser uno de los monumentos geológicos más ricos del mundo, una riqueza acompañada por una gran variedad de especies vegetales endémicas y una colección exclusiva de fauna invertebrada. En este sentido, la presencia del hombre ha sido fundamental para la evolución, conocimiento y divulgación de la exquisita flora de este lugar. Tanto el naturalista Alexander Von Humboldt, como el sueco Sventenius la estudiaron concienzudamente a principios del s.XIX y mediados del XX respectivamente.
Patrimonio Mundial como Bien Natural.
Gracias a estos estudios, que pusieron de manifiesto el valor de esta zona, en 1954 se decretó la creación del Parque Nacional del Teide, siendo incluido en 2007 en la lista de Patrimonio Mundial como Bien Natural.
Es el mayor y más antiguo de los Parques canarios. Su extraordinario paisaje es un monumento geológico de los más espectaculares del mundo, en el que los conos volcánicos y las coladas de lava forman un extraordinario conjunto de colores y formas. No se puede olvidar su gran riqueza biológica, el extraordinario alto porcentaje de especies vegetales endémicas y la importancia en cuanto a número y exclusividad de su fauna invertebrada.
